El equipo de Zafrán con la Asociación Civil Germinar, que recibe una donación dentro del programa internacional One Per cent For The Planet para un centro formativo de la promoción de una agricultura regenerativa.
Cecilia Cordara, líder de Personas, nos comparte cómo el recorrido de Zafrán muestra que un propósito genuino, vivido en el día a día, puede alinear equipos, inspirar compromiso y resignificar el sentido del trabajo.
Creando un propósito compartido y un impacto positivo
Al iniciar Zafrán, ¿cuáles fueron las ideas fundamentales que sirvieron para definir el propósito de la empresa? ¿Qué herramientas o procesos utilizaste para involucrar a tu equipo en la construcción de esta visión compartida, y cómo has logrado mantenerla viva a medida que la empresa ha crecido?
Cuando se inició Zafrán en 2012 los socios definieron los valores que aún hoy nos guían, basados en la bondad y la honestidad. Entonces queríamos “mejorar la alimentación de las personas". A lo largo del tiempo reformulamos el propósito. Hoy es “mejorar el mundo a través de una alimentación que nutra, genere trabajo inclusivo y regenere la tierra”.
La Encuesta de Cultura Star reflejó que el 100% de los colaboradores se identifica con este propósito común y que el 97.2% de conoce y adhiere a los valores fundacionales.
Para involucrar al equipo en la construcción de esta visión hacemos reuniones mensuales que integran las áreas de la empresa y refuerzan su sentido. También incentivamos la participación y el diálogo abierto. Además todos los años celebramos las fechas importantes, como cumpleaños de la empresa o fiestas de fin de año, junto a organizaciones aliadas en el propósito. Por ejemplo, el año pasado festejamos en el espacio de Granja Andar, asociación civil aliada en la inclusión laboral de personas con discapacidad. El año anterior, celebramos en la Asociación Civil Germinar, aliada en la promoción de una agricultura regenerativa. Y así…
Desafíos del crecimiento del equipo
A medida que Zafrán ha escalado, ¿cuáles han sido los mayores desafíos que has enfrentado en cuanto a mantener una cultura de equipo fuerte y alineada? Lo resumiría en dos puntos fundamentales:
Oportunidades y reglas claras: Escalar demandó que todas las personas del equipo comprendan y adhieran a los valores fundacionales y el propósito. Estas ideas son parte de la redacción de las búsquedas laborales, de la bienvenida y de “la inducción”. Además tratamos de definir expectativas y reglas transparentes que fomenten el sentido de equidad y diversidad. La percepción unánime de que Zafrán se preocupa por el bienestar y la experiencia de cada integrante (100%) subraya la efectividad de este enfoque.
Reuniones/espacios compartidos/colaboración entre áreas: Para mantener la alineación y fomentar un ambiente colaborativo a pesar del crecimiento, hicimos el esfuerzo de que planta, el depósito y las oficinas funcionen en un mismo edificio con espacios comunes, como el comedor o un espacio de juego, que promueven la interacción. Además esto facilita las reuniones grupales, tanto formales como informales, y otras iniciativas que fomentan la colaboración transversal entre diferentes áreas de Zafrán.
Navegando el mismo ‘barco’
Una de las preguntas de la Encuesta de Cultura invita a seleccionar una imagen para representar la cultura de Zafrán. La imagen más elegida fue la de un bote de remeros...¿qué significado tiene para los equipos?
La imagen del bote de remeros representa el propósito compartido que se manifiesta concretamente en varios aspectos del día a día de nuestros equipos y en la consecución de los objetivos de Zafrán:
Autonomía: Al existir una convicción intrínseca en nuestra meta, cada miembro del equipo entiende "hacia dónde remamos". Esto genera un compromiso que va más allá de la obligación, traduciéndose en equipos que toman iniciativa y se auto-organizan para alcanzar los objetivos, con la convicción del valor de sus contribuciones.
Colaboración y apoyo mutuo: La imagen de los remeros implica un esfuerzo coordinado. En Zafrán, esto se refleja en la colaboración fluida entre equipos y áreas. Ante un desafío, la respuesta natural es apoyarse mutuamente, comprendiendo que el éxito individual se liga al colectivo.
Responsabilidad individual y colectiva: Cada remero tiene un rol y es responsable para que el bote avance. En Zafrán fomentamos la responsabilidad individual dentro de la colectiva. Queremos que cada persona se sienta dueña de su trabajo y comprenda su impacto en los objetivos generales, impulsando el compromiso y la búsqueda de la excelencia.
El valor de medir la cultura
Muchas startups luchan por mantener su cultura a medida que crecen. ¿Qué valor encontraron en el diagnóstico de Cultura?
El diagnóstico de cultura nos aportó una valiosa visión 360 de cómo nuestro equipo percibe la empresa, permitiéndonos escuchar a todas las voces.
Cuantificar algunos aspectos de nuestra cultura, como el nivel de adhesión a nuestros valores y la percepción de equidad, nos permitió detectar aspectos específicos a mejorar.
¿Qué recomendarías a otras empresas que están en una etapa similar?
A otras empresas en etapas de crecimiento similar, les recomendaría invertir en un diagnóstico de cultura temprano. Es una forma de ganar perspectiva y comprensión. Sirve para tomar decisiones mejor informadas que fortalezcan y escalen la cultura, evitando que se diluya en el crecimiento rápido. Está en sintonía con nuestra filosofía de medición y mejora continua.